Cuando se trata de cuidar la piel, no solo importa qué productos usas, sino cómo los aplicas. Un error común es aplicar los productos en desorden, lo que puede hacer que no funcionen como deberían.
La regla de oro es simple: aplica tus productos del más ligero al más denso. Así garantizas que cada uno penetre y cumpla su función.
¿Por qué funciona esta regla?
La piel actúa como una barrera, y la textura de cada producto influye en su capacidad de absorberse.
- Los productos más ligeros (como tónicos o serums) tienen moléculas pequeñas que deben llegar primero.
- Los productos más densos (como cremas o bálsamos) forman una capa protectora que sella la hidratación y los activos.
Ejemplo con la rutina Vivagreen
- Agua micelar / limpiador suave: Limpia y prepara la piel.
- Hidrogel o suero hidratante: Aporta hidratación ligera y fresca.
- Aceite facial Vivagreen (antiedad, antiacné o nutritivo): Nutre y equilibra la piel con activos naturales.
- Crema facial humectante: Sella todo lo anterior, ideal para piel seca.
- Pantalla solar: De día, nunca debe faltar para proteger tu piel.
Consejo extra
No es necesario tener mil pasos, pero sí seguir el orden correcto. Una rutina bien aplicada puede marcar la diferencia en la efectividad de tus productos.
💚 Recuerda: menos se trata de cantidad y más de constancia y orden.
xx, Pau